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SOBRE EL CICLO DE 13 LUNAS

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Para los Lakota, el Inipi es el primero de sus siete ritos, el más ancestral y el ceremonial preámbulo a todas sus demás ceremonias. Designa un espacio ceremonial que representa al vientre de "la Tierra dadora de vida", a la cual se acude con la intención de purificarse, curarse o renacer.

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En el ciclo de 13 lunas cada lunación, ofrece una posibilidad de iniciación en los saberes del universo, del Gran Misterio, que se manifiesta en el mundo cósmico. A través de la influencia de la luna nueva de cada ciclo, manifestándose en el espíritu de un Animal guardián y una gema que entrega su información y energía de cura.

 

Puedes participar en cada temazcal individual o realizar el ciclo completo de 13 temazcales.

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Próximo evento:

DOMINGO 11 de agosto de 2024

Luna de la Renovación de la Tierra
Piedra: Crisoprasa
Animal: Colibrí

Significado:

Esta Luna trae claridad, adaptación, prudencia y sabiduría, manifestada en la tríada de Poder, Luz y Conciencia. Revela las formas en que nuestro Ser se manifestará para convertirse enconsciente de sí mismo y dueño de sí mismo, o mejor dicho, como el Sol que revela el camino que debemos seguir para tomar el posesión de nosotros mismos.

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Esta lunación está relacionada con la fuerza y ​​energía solar, presente en el Signo leo, símbolo de vitalidad básica, luz interna y autoconciencia. Al ser un dador de luz y energía, el Sol es el mantenedor de vida en el Planeta y ejercitamos estas cualidades en nuestras vidas, a medida que evolucionamos hasta convertirnos en la luz que fuimos desde la encarnación y que perdemos cuando dejamos entrar en nosotros los mensajes que nos llegan diariamente para no ser lo que somos. Bloqueando la libre expresión de nuestro ser, impidiendo la manifestación de lo Sagrado depositado en nuestros corazones.

 

El corazón y su sistema fisiológico, el sistema circulatorio, espalda y las vértebras torácicas más el timo, están, en el plano físico, bajo la influencia de esta Luna, cuyas energías nos piden que seamos claros, adaptables, fluidos, prudentes y sabios.

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La gema que reside en este punto de la Rueda Medicinal es la Crisoprasa, considerado en la antigüedad, especialmente por los romanos, como una piedra de Venus y que en realidad ejerce una fuerte influencia lunar.
La crisoprasa ayuda a los procesos de gustarse a sí mismo (tercer y cuarto chakra). Enseña a las personas que tienen nivel de autoexigencia exagerados, que se castigan por los fallos más pequeños y exigen demasiado de los demás, a ser más amables consigo mismas, a abrazarse unos a otros. A mejorar el concepto que tienen de sí mismos, para aceptarse y comprenderse mejor afectivamente, minimizando la autocrítica y los sentimientos de culpa.
Esta piedra ayuda a hacer consciente el inconsciente, fortalece el mecanismo de percepción y conciencia elevada, estimula el logro de visión, aporta claridad sobre los problemas. 

En la Edad Media se consideraba como cura para la inquietud. Permitiendo que quien la usara fuera más perspicas y adaptable a situaciones con presencia de ánimo. Protege a los viajeros por mar y, físicamente, se ocupa de la diabetes, problemas del bazo, la vesícula biliar y el páncreas, inestabilidad de humor, mal humor y amargura. 

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El Tótem de esta casa, el Colibrí, es una invitación a la alegría, el éxtasis y el amar. Él es quien enseña: llevar energía amorosa al corazón es poner alegría en la Vida y en todo lo que hacemos. Su presencia en la Naturaleza es marcada por su acción polinizadora, responsable de desencadenar el ciclo de la vida. Su Medicina incluye el conocimiento del uso de las flores, fragancias, colores y cualidades para la Curación. Sus plumas sirven para Seducción amorosa y refuerzan la apertura del corazón, favoreciendo el amor. 
Como ninguna otra Medicina. También predica el amor en libertad, muriendo rápidamente si se le mantiene en cautiverio, ya que necesita ser libre para cumplir su misión.
También está relacionado con la estética. El gusto por la belleza, por la organización/disposición de los ambientes es la expresión de la armonía, revelado en el movimiento de sus alas (forman el símbolo del infinito). 

El Picaflor enseña sobre el placer de vivir plenamente el momento de la Vida, uniendo las experiencias del pasado con el aquí y el ahora que sirve como vínculo con el futuro hacia el que avanzamos. Sorbiendo el néctar de la Vida, revelado en la conciencia del ser y del estar presente.

Te esperamos con mucho cariño para compartir un nuevo Inipi.